Rendimiento deportivo y mindfulness

El rendimiento físico es un proceso que inicia en el cerebro, posteriormente se elabora en la mente para finalmente concretarlo a través de los músculos, así lo señala la psicología del deporte.

Recientemente, el Mindfulness ha despertado un gran interés entre los psicólogos y entrenadores deportivos porque ha demostrado que ayuda a los atletas elite y amateurs a:

• Mejorar la disciplina deportiva.
• Mejorar la concentración y atención en entrenamientos y competiciones.
• Gestionar adecuadamente el estrés y otras emociones que influyen en el rendimiento deportivo.
• Conocer exhaustivamente el cuerpo y la relación Mente-Cuerpo.
• Favorecer la toma de decisiones en cuanto a sus accesorios, herramientas, entrenamientos, alimentos y suplementos, y
• Alcanzar un nivel de activación óptimo en entrenamientos y competiciones.

Mindfulness se traduce como Atención o Conciencia Plena y representa el eje central de la psicología budista. Es un estado de consciencia que implica prestar atención a la experiencia del momento presente, se desarrolla mediante la práctica de la meditación y busca que seamos menos reactivos ante los eventos presentes.

Un atleta mindful desarrolla consciencia sobre sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales para relacionarse con ellos de manera consciente.

Existen algunos programas como el Mindful Sport Performance Enhancement (MSPE) o el Mindfulness-Acceptance-Commitment (MAC) que pueden resultar útiles para incrementar el rendimiento deportivo. El objetivo de estos programas (intervenciones de tercera generación) consiste en enseñar a los atletas a que dejen de controlar y a que practiquen la aceptación de pensamientos, emociones, sensaciones corporales, desarrollando la consciencia en torno a los mismos, comprendiendo y experimentando que son eventos pasajeros.

A continuación, les damos un ejemplo de una técnica basada en el programa MSPE para identificar los alimentos que pueden ayudarte a mejorar tu rendimiento:

Elige de tres a cuatro geles de marcas diferentes, identifica el día de entrenamiento en el que quieras probar cada uno de los geles.

1. Respiraciones profundas que te lleven a estar consciente de tu entorno: Focaliza la atención en tu respiración, después en las sensaciones de tu cuerpo y finalmente a los sonidos que hay a tu alrededor.

2. Prueba el gel y observa: Sensaciones (te gusta el sabor, te agrada la consistencia, te gusto el olor, te provoca arcadas, te causa malestar estomacal, etc.). Pensamientos, como lo representas mentalmente, (está aguado, es dulce, es ácido, etc.). Emociones (te provoca ansiedad, te da energía, te debilita, etc.)

3. Reflexiona y anota: Qué te gustó, porqué, cómo lo sentiste el sabor y la consistencia, qué provocó en tu organismo, cómo sentiste tu cuerpo.

4. Compara: Qué te gustó de cada uno, porqué, cómo lo sentiste, qué provocó en tu organismo, cómo sentiste tu cuerpo.

5. Decide: Consciente de tus pensamientos, sensaciones y emociones de bienestar, elige el gel que consideras se adaptó mejor a tu organismo, recuerda que el rendimiento es un proceso cerebral que se procesa en la mente y se ejecuta con el cuerpo.

Es importante resaltar que el objetivo de estos ejercicios es que el atleta vaya aprendiendo gradualmente cómo realizar una práctica activa de mindfulness e ir dejando poco a poco la práctica sedentaria, es decir, sin estar consciente del presente. Esto supone focalizar nuestra atención en lo que estamos haciendo o sintiendo, para ser conscientes de a dónde queremos llevar a nuestro organismo y cómo queremos que se comporte. Para ello hay que pasar de la reactividad de la mente (respuestas automáticas e inconscientes) a la responsabilidad (respuestas controladas y conscientes), es decir sacar a la mente del piloto automático. 

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